TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

Los niños y adolescentes que sufren este trastorno se caracterizan por tener una actitud hostil, desobediente, desafiante y negativista hacia las figuras de autoridad (padres, profesores…).

El comportamiento de estas personas causa un gran malestar en las personas de su entorno, pero a ellos no parece importarles ya que no piensan que tengan un problema y no se ven como responsables de los actos que comenten.

Este trastorno es más frecuente en familias en las cuales los padres son muy controladores y llevan a cabo prácticas educativas autoritarias.

Los criterios diagnósticos del DSM-5 son los siguientes:

Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad

A menudo pierde la calma.
A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante

Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.
A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
A menudo molesta a los demás deliberadamente.
A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo

Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses
Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos para distinguir los que se consideren dentro de los límites normales, de los sintomáticos. En los niños de 244 Trastornos destructivos y de la conducta menos de cinco años el comportamiento debe aparecer casi todos los días durante un periodo de seis meses por lo menos, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). En los niños de cinco años o más, el comportamiento debe aparecer por lo menos una vez por semana durante al menos seis meses, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). Si bien estos criterios de frecuencia se consideran el grado mínimo orientativo para definir los síntomas, también se deben tener en cuenta otros factores, por ejemplo, si la frecuencia y la intensidad de los comportamientos rebasan los límites de lo normal para el grado de desarrollo del individuo, su sexo y su cultura.

RECUPERADO DE: https://www.lifeder.com/agresividad/

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