LA TENDENCIA ANTISOCIAL

Winnicott llama privación a la situación en que el ambiente no suministró los cuidados necesarios en el periodo de dependencia absoluta y utiliza el término de deprivación para referirse a la pérdida de un ambiente "suficientemente bueno" que promueva la integración. Este último escenario es el que se vincula con la tendencia antisocial (Winnicott, 1993 [1963]).
La tendencia antisocial representa el reclamo del niño que desea recuperar un estado de bienestar perdido; Winnicott plantea que tal tendencia puede estar presente tanto en el niño sano como en el que sufre de algún trastorno psíquico. Al respecto este autor pone un ejemplo en el que el niño puede ser privado de la satisfacción de sus necesidades:

El nacimiento de un hermanito, por ejemplo, puede ser un choque terrible en este sentido particular, aun cuando el niño esté preparado para su llegada o aun cuando existan buenos sentimientos hacia el nuevo bebé. La súbita aparición de la desilusión —con respecto al sentimiento infantil de que ha creado a su propia madre— que el advenimiento del nuevo bebé puede provocar, inicia una fase de robo compulsivo (Winnicott, 1986 [1939]: 182).



La tendencia antisocial puede manifestarse en conductas como la mentira, el robo, actos destructivos, crueldad compulsiva y perversión. También puede ocurrir que el niño oculte esta tendencia y desarrolle una formación reactiva (es decir, que manifieste un afecto opuesto al que siente), o que adquiera un carácter quejoso. Las causas que originan tales tendencias se vinculan con el periodo de dependencia relativa en el que la madre dejó de adaptarse a las necesidades del yo del niño, por ejemplo por enfermedad o por estar ocupada en alguna situación que le obligara a apartarse en demasía de su hijo.

RECUPERADO DE: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982012000400018

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